martes, 25 de febrero de 2014

Bobby Planet: México, D.F.

Como uno de las integrantes de este blog nació en México, no quería morirse sin hacerle un homenaje a la tierra que le vio nacer con pulmones de fumador. Con aportes desconocidos sobre Chespirito, ingeniosos chistes hechos por el baterista de Maná y una indigestión que terminó en el hospital, prometemos que esta guía de Ciudad de México los dejará picados.

 Aunque esta ciudad sea más famosa por su contaminación e inseguridad callejera, este edificio en pleno centro histórico afirma lo contrario.

México en una laguna de smog

Antes de ir
Aunque México ya no les pide visa a los colombianos, las exigencias para entrar incluyen saberse la canción de Muñecos de papel y llevar un objeto de mercadeo de Pique.

Prepare su lengua para la comida mexicana poniendo un hierro al rojo vivo sobre ella, en un par de días perderá toda la sensibilidad y podrá disfrutar de los variados platillos de la capital mundial del chile (de ahí que a sus nativos les digan chilangos).

Situación política
Esta es, sin duda, una de las democracias más representativas de Latinoamérica: un país gobernado durante casi un siglo por el mismo partido político sólo ha roto la hegemonía gracias al poder económico (y militar) de los narcos. En la actualidad es gobernada por un muñeco de papel. Pero si usted ha vivido en Colombia no tiene nada que temer ni extrañar. Pregúntele a Fernando Vallejo.

 En México, a los manicomios se les confunde con talleres automotrices para atrapar más locochones.

Reseña
Iglesias católicas construidas sobre pirámides aztecas, media ciudad hecha en un lago, barrios enteros encima de basureros y una contaminación, superpoblación e inseguridad callejera por encima de cualquier otra ciudad del mundo, convierten al antiguo Tenochtitlan en una ciudad que está muy por lo alto.

Como la gran capital que es, México es una ciudad de contrastes: pordioseros en la puerta de los mejores hoteles, ruinas prehispánicas al lado de ruinas contemporáneas, calles atestadas de carros inmóviles junto a aceras atestadas de transeúntes inmóviles, edificios rascando un cielo apocalíptico y la mayor fábrica de telenovelas con vista a la mayor fábrica de pobres son algunos de los puntos sobresalientes de una tierra donde todo es más grande que en cualquier otra ciudad pero nunca parece ser lo bastante grande.

 México se precia de su amplia variedad musical, llena de energía.
 

Transportarse en metro es la mejor opción para conocer de cerca la cultura mexicana –si entendemos por cultura la radical sobaquina de los chilangos–. También es divertido viajar en los peseros, Volkswagen escarabajo que se llaman así por un error de ortografía y que en realidad son peceras con ruedas donde los viajeros entrenan para ser payasos de circo: el récord dice que en las horas pico alcanzan a caber cuarenta personas en estos minúsculos coches. Si el acento de los chilangos le parece chistoso, esto es tan sólo porque también hace parte de su entrenamiento circense.

Gracias al límpido aire, el clima del Distrito Federal siempre se siente como si uno estuviera al lado del tubo de escape de un bus. Se recomienda llevar ropa a prueba de lluvia ácida y en verano un telescopio para intentar ver las estrellas en la noche.

Durante su estadía, no olvide comprar máscaras de lucha libre para montar una banda de rock a su regreso a Colombia.

México es la tierra natal de la mundialmente famosa Lady Gafa.

Dinero
El peso mexicano ya no se sabe cuánto pesa de tantos ceros que le han quitado; por eso, la mejor unidad de medida son las caguamas o “cervezas familiares” que siempre valen alrededor de un dólar. El tequila también cuenta como moneda corriente.

 Los changos se encuentran en vías de extinción desde que son utilizados en la fabricación del mejor tequila.

Lugares de interés
Por supuesto, la ciudad está llena de sitios de interés turístico: lo primero para conocer está en la colonia San Ángel Inn (la última palabra hace pensar que es un hotel, pero no: sólo es un barrio muy pretencioso), ahí encuentra la Vecindad del Chavo –entrar al barril vale alrededor de diez dólares y un gorrito como el de Don Ramón vale quince, además de los veinte de la entrada a la Vecindad o los veinticinco para entrar al baño de la Popis–, el parque temático Televisa –con su mundialmente famosa montaña rusa con forma de Thalía y Ludvica Paleta– y una réplica de la casa que replicaron en Hollywood para rodar esa mala réplica artística llamada Frida.

Si quiere ver las pirámides, se puede evitar el viaje de tres horas intentando sortear el tráfico del D.F. y media hora más llegando hasta Teotihuacán. Lo único que debe hacer es comprar los pequeños llaveros que venden en Tepito, un barrio detrás de la plaza central de la ciudad donde puede conseguir desde artesanías hechas en China hasta misiles atómicos.

La Plaza de Garibaldi es el mejor lugar para que le roben la cámara fotográfica y para escuchar mariachis más destemplados que los de la Avenida Caracas de Bogotá. Lo más divertido del sitio es que puede tomar tequila muy barato y quedarse ciego ahora que ya no tiene cámara.

  Beethoven es considerado casi un dios en México y, en su honor, se dejan ofrendas que recuerdan que el compositor tenía una obsesión por la limpieza de su ciudad.

Si lo suyo son los malos olores, Xochimilco es perfecto: un lago lleno de unas lanchitas lo más de coloridas que aportan una alta cantidad de flores podridas a las ya bastante podridas aguas del lago es el escenario ideal para un pic nic o una caminata donde lo peor que le puede pasar es que lo secuestren para robarle todo el dinero de sus tarjetas bancarias o que se encuentre con Fernando Vallejo, quien le ofrecerá un tour por la ciudad y lo obligará a adoptar un perro callejero.

Una semana no es suficiente para conocer esta in mensa ciudad, pero entre los destinos obligatorios están la UNAM –toda enrejada–, la verdadera casa de Frida –llena de turistas tomándose fotos–, el ángel de Reforma –que, por un minuto, lo hace a uno pensar que no está en el tercer mundo– y la Zona Rosa –el bar gay más grande del mundo después de la ciclovía de la Séptima en Bogotá–.

Dónde dormir
Si la congestión nasal producida por la contaminación lo deja dormir, en el centro histórico de México se han adaptado nuevos hostales con barriles para dormir como el Chavo.

Dónde comer
En materia gastronómica México está a la vanguardia de la salmonella, compitiendo cabeza a cabeza con la India en la preparación de comida insalubre. Eso sí, le gana a la India con la grasa, el picante y el pésimo servicio. Entre lo menos tóxico están las populares tortas –viles sánduches de jamón de los perros que no son adoptados por Fernando Vallejo– y las aguas –jugos que parecen juagadura de trapo–. Para una verdadera experiencia en el inodoro, no olvide ir a algún tianguis –plaza de mercado popular– y comer cualquier cosa.

Cómo llegar y salir
Legar muerto es la mejor opción para salir vivo.

 Los Objetos Voladores No Identificados también hacen parte de la oferta de transporte masivo en México.

5 comentarios:

  1. Digan la verdad: todo lo que saben de México lo aprendieron con la película de Frida.

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  2. Mmmhhh le dieron muy duro al DF la verdad. El metro es horrible, pero no mas que transmilenio y si el trafico es tenaz por lo menos hay vias para descongestionar, y el metro es una opcion muy eficiente para no usar el coche. la mayoria de la ciudad huele maluco, incluyendo las zonas nice. Con la comida ha que tenr mucho cuidado, por eso no tenes que comer a la salida del metro ni en los tianguis, y obvio, para nuestro delicado paladar es dificil acostumbrarse al chile, pero en general la comida es deliciosa. Sobre la calidad del aire va mejorando, igual qe la del agua, por lo menos no tenemos plomo ni mercurio como en Bogota. Los invito a pegarse ls rodadita y les prometo que no nos encontramos a Vallejo. Abrazo!

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  3. Divertido aunque tantito exajerado. Espero con mucha ansiedad sus impresiones de viaje a la India.

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  4. leave vallejo... alone! ahhhhhahahahah

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  5. ¿La UNAM está enrejada? O.O :O O.o ¿son invisibles las rejas? Quizás sí, y eso explica todo. O ya tan acostumbrados estamos los que compartimos territorio chilango que no las vemos –me sé una mejor definición de chilango, ni siquiera hiciste bien tu mofa–. Y claro, para los "delicados" paladares bogotanos, acostumbrados a la comida insípida, es muy rudo el chile –a mí tampoco me gusta–. Para la próxima te recomiendo que viajes con un poquitito más de dinero, se ve que te tocó estar entre lo más jodidito. En fin, ante tanta brutalidad, que de tan exagerada pierde lo divertido, no me queda más que decir: Bogotá es increíble al lado de México, pero ufff... Qué maravilla primermundista es Bogotá. Por cierto, ya en serio, lo único que les envidio a los rolos es el aire puro, que aquí la contaminación deja pendejo a cualquiera.

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